Así como durante casi 25 años se exhibió en la sala egipcia del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, un gato de bronce que supuestamente tenía 2300 años de antigüedad y se dieron cuenta que era una falsificación, nosotros podemos pasar 25 años, o toda una vida completa defendiendo lo que algún día se reconocerá es una mentira.
Algunos deseamos tener suficiente vida para conocer la verdad, para aprender mas, para degustar ese sabor tan extraño que tenemos al saber que nuestra percepción era errónea.
Algunos culparán a sus padres, profesores, amigos o sociedad de "obligarlos" a creer o pensar en esa equivocación. Pero ¿acaso no todos tenemos la libertad para elegir en que creer? Si, pero optamos por la comodidad de creer en lo que los demás creen.
Aunque mataron a Emiliano Zapata y fue mostrado su cadaver (del latín CAro DAte VERmibus, carne dada a los gusanos) hay gente que se empeña y obstina en seguir creyendo que estaba vivo. En la actualidad no somos tan diferentes, lo podemos ver en religión, política, deportes, y en nuestra vida diaria.
Como dicen por ahí.
No existe la verdad absoluta, y eso es absolutamente verdadero.
Para leer la nota original del gato de bronce en 1987:
No hay comentarios:
Publicar un comentario